Garantía de calidad a nivel internacional. El uso de protocolos para la sostenibilidad de proyectos, productos y/o empresas se ha convertido en una garantía de calidad en cuanto reconocidos a nivel internacional e independientes de normas locales.

Aumentar el valor de los activos. La certificación de productos y/o proyectos a través de protocolos de sostenibilidad atribuye directamente un valor adjunto que varía según el tipo de “sello verde” que se consiga alcanzar.

Cumplir con las normas ambientales. Las nuevas normativas internacionales creadas a raíz del acuerdo de París (2015) imponen criterios específicos para el desarrollo y la gestión de todas las actividades de mercado en relación a las emisiones de CO2 y al cambio climático.